sábado, 25 de octubre de 2014

Curso-Taller: "De las certezas a las dudas. Masculinidades en el Chile Neoliberal".

COMUNICADO DE PRENSA
Colectivo de varones convoca a participar en taller sobre género, masculinidades y modelo económico.

La instancia busca ser un espacio de reflexión sobre las diversas aristas e implicancias que presentan la construcción de las masculinidades y las relaciones de género, a partir una visión crítica del modelo capitalista y neoliberal de sociedad.

Un llamado a reflexionar y actuar en torno a estas temáticas es el que hace el “Kolectivo Poroto, hombres por otros vínculos”, organización social que dictará el curso taller “De las certezas a las dudas: masculinidades en el Chile neoliberal”.

Según sus organizadores, el principal objetivo de la actividad es “contribuir a los procesos de sensibilización en torno a la condición patriarcal de nuestra sociedad capitalista neoliberal y a lo que ello está implicando en los varones y en la construcción de sus identidades masculinas”.
Con una duración de cinco días y quince horas cronológicas horas de trabajo en horario vespertino, la jornada de formación abordará materias como teorías de género, masculinidades y patriarcado, noción del cuerpo como elemento político y de placer, y las influencias que sobre la construcción de las identidades y relaciones tiene el modelo patriarcal de sociedad.

Si bien el Kolectivo Poroto es una organización compuesta por varones, con el fin de trabajar la homosociabilidad en las temáticas de género masculinidades y política, en la línea de deconstrucción de los estándares heteronormativos dominantes, el taller será destinado a hombres y mujeres, con cupos limitados (40), entre el lunes 17 y el viernes 21 de noviembre en el Liceo Confederación Suiza, de la comuna de Santiago.

“Las formas de ser hombre y mujer, los roles culturalmente asignados y las relaciones de género, sin duda son afectados por el tipo de sociedad en que las personas se desarrollan. Este taller es una invitación abierta a cuestionarnos y reflexionar sobre qué aspectos podemos modificar en nuestras relaciones entre varones y entre varones y mujeres, con el objetivo de derribar las barreras que nos impone la sociedad capitalista, el machismo y todos aquellos aspectos que impiden relaciones de respeto y mutua valoración”, señaló Francisco Farías, integrante del Kolectivo Poroto.

Mayor información sobre el taller, puede ser solicitada al correo electrónico kolectivoporoto@gmail.com y con Francisco Farías al fono 8-5015001




jueves, 10 de julio de 2014

"Antonio Ramírez, armonizando las masculinidades" Entrevista

Por: Camilo Salas *
México

La imagen de un avión sobrevuela la cabellera larga y grisácea de Antonio Ramírez  mientras sus pies se acercan a mi  expectativa de conversar con él. Antonio, como le gusta que le digan sus amigas y amigos, recorre los pasillos del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y ubica dos lugares para que la palabra y la memoria viva inicien su propia travesía.

Antonio es psicólogo, músico, maestro en drama terapia, doctor en psicología clínica y, sobretodo, uno de los referentes en la creación y fomento de grupos de reflexión con hombres que ejercen violencias en Latinoamérica. Perspectiva que ha venido articulando a través de la creación y orientación de un modelo de trabajo vinculado al Centro de Capacitación para Erradicar la Violencia Intrafamiliar (CECEVIM) en América Latina y Estados Unidos.

¿Cuándo se crea el modelo CECEVIM y en qué consiste?
El modelo se consolida entre 1992 y 1995 y es una herramienta que tiene como finalidad erradicar la violencia en los hogares y pretende substituirla con relaciones íntimas, interacciones opuestas a la violencia.

¿Por qué es importante el apoyo de las feministas en este tipo de modelos?
El respaldo de las compañeras feministas tanto en Estados Unidos como en México es fundamental gracias a que ellas tienen una mirada al trabajo que estamos haciendo. Yo no desarrollo el modelo en el vacío, tengo coincidencias con Julia Perilla y  compañeras de Género y Desarrollo, Gendes, entre otras. Tengo la suerte de que me han apoyado hasta ahora, pero en el momento que no me respalden lo dejo; no es discurso, es un trabajo propio.   
En su libro “Violencia masculina en el hogar, alternativas y soluciones” incorpora las frases “este libro le va a mover el tapete, así que quiero prepararlo”. ¿Cuál es la intención de hacer esta advertencia?
Porque a mí se me movió el tapete totalmente. El libro no empezó como tal sino como aclaraciones de los conceptos que estaba trabajando. Escribí un par de capítulos y le pedí el favor a una amiga de que lo editara y, después de hacerle varias entregas, me puso una nota roja que decía ¡Qué bestia, estoy envuelta por un hombre violento, lo que compartes en este libro es lo que me está pasando, voy a terminar mi relación!  
Por este motivo, escribo esa frase en la introducción. En ese momento pensé que si este texto fue tan fuerte para ella, entonces también sería muy confrontante para la persona que lo quiera leer.

¿Cuál es el tema de su siguiente libro y cuándo lo publicará?
El libro está en desarrollo y es un profundización de cada uno los conceptos del libro “Violencia masculina en el hogar, alternativas y soluciones” desde las perspectiva de género. El texto está orientado a profundizar los porqués subrayando que el espacio social y cultural son modificables y para mí estos son los fundamentos para hacer un trabajo revolucionario. La competencia entre hombres es un tema crucial y son los códigos identificados los que nos advierten si estamos hablando desde la competencia o desde la cooperación.

¿Por qué es un trabajo revolucionario?
Se ha considerado a la revolución como algo externo -especialmente los hombres- pero, para que sea cierta, se debe implementar una educación interna la cual articula mi actitud conmigo, mi actitud con otra persona o personas y la relación entre estas. Es un cambio interno el cual se hace por voluntad.

¿Cuántas personas se han formado en el modelo CECEVIM y en qué países está operando?
El modelo ha sido impartido a mil personas las cuales habitan en países como Uruguay, Panamá, México y cinco Estados de Estados Unidos: Oregon, Georgia, Oklahoma, Baltimore y San Francisco.

¿Cuál es la proyección de los grupos de reflexión con hombres que ejercen violencia?
El proceso que hemos llevado a cabo está dirigido a decirles a los compañeros que hagan un plan para no ser violentos pero no les hemos dicho cómo hacerlo; la respuesta es la meditación. Si yo medito 15 minutos al día presto atención a lo que estoy pensando y puedo desapegar esas ideas de mi intelecto y dejó de ejercer violencia.

¿Si pudiera relacionar la música con el trabajo con hombres que ejercen violencia cómo podría definir esa pieza musical?
Uno de los conceptos que tomo de la música es la armonía y esta es vital para  combinar individualidades con el fin de crear un propio sonido. Además, como dijo una amiga, las relaciones tienen que ser éticas y estéticas y, si hacemos algo artístico con una pareja, esto se traduce en una relación, en armonía. 

-         ¿Cómo te sientes?, le pregunto a Antonio mientras contemplo su sonrisa cómplice. Él sabe que este es un cuestionamiento recurrente cuando se trabajan en grupos de reflexión con hombres violentos.
-          Muy bien, es rico recordar estos aspectos de la vida.  
Antonio se levanta, camina un poco más rápido que mis pies pequeños y se percata que miro los muñecos que cuelgan de su mochila.

-          ¿Y por qué tienes esos muñecos? le pregunto mientras intento agarrar uno.
-          Algunos los compro y otros me los regalan, pero realmente los  tengo porque no quiero olvidar la curiosidad que tienen los niños y las niñas.


* Comunicador Social y Periodista. Especialista en Infancia, Cultura y Desarrollo. Educador para la paz y los Derechos Humanos. 

viernes, 27 de junio de 2014

Paternidad…de la Distancia a lo Colectivo.













Raúl Ortega Mondaca.

Lo único que transforma a un hombre en padre es tener un hijo o una hija, es decir, la existencia de un otro u otra a quien llamamos hijo o hija, es decir, tener un vínculo o relación social con esa otra persona.

Desde esta perspectiva, el tipo de vínculo o relación que tiene un padre con sus hijos o hijas, es lo realmente determina qué tipo de padre es y qué crianza ejerce (o no ejerce), esto más allá de las intenciones o sentimientos que ese padre declare tener. Esta es finalmente, la materialidad de la vida. Más allá de nuestras emociones o intenciones (pero influidos por éstas), lo que nos articula como sujetos sociales reales y padres en este caso, son las relaciones sociales que ejercemos y desarrollamos en el día a día con nuestros hijos e hijas.

Resulta muy decidor entonces, que un grupo de hombres reunidos frente a la convocatoria de un Taller[1], establezca como concepto clave para identificar el vínculo que tuvieron con sus respectivos padres, la palabra “distancia”. Distancia absoluta o ausencia en algunos casos, distancia física en otros, distancia comunicacional o distancia en las expresiones de afecto y confianza. En todos los casos, se planteó un tipo de relación social distante, valorando dicha distancia en términos negativos.

En palabras simples, fuimos criados mayoritariamente por padres distantes o incluso ausentes. Padres que cuando estaban presentes solían estar demasiado ocupados por sus trabajos, que eran parcos a la hora de expresar afectos, más preocupados del control disciplinario que de la generación de confianzas, padres machistas en sus relaciones de pareja, padres a veces violentos con sus hijos, hijas y compañeras. Esos fueron los tipos de vínculos que vivimos como hijos y que constituyen la referencia que tenemos, para bien o para mal, para constituirnos ahora en padres.

Y precisamente frente a esta referencia de paternidad distante, surge una de las primeras claves de la paternidad que ejercemos o queremos desarrollar: la negación de la paternidad que vivimos como hijos, la necesidad imperiosa de construir otra paternidad, una que se ejerza en cercanía, que no se oculte, que se exprese cotidianamente en la crianza, los cuidados, los afectos, la confianza. Una paternidad que se inventa desde el día a día, desde el estar ahí con las hijas e hijos.

Frente a esta nueva paternidad o intento de ella, inmediatamente surgen los miedos. Miedo a reproducir las lógicas vividas, así casi sin darse cuenta. Miedo a que nuestras opciones de vida y de nuestras parejas, nos impidan ejercer la paternidad que queremos. Miedo a que las condiciones económicas y la necesidad de trabajar no nos deje tiempo (ese tiempo tan necesario). Miedo a no saber ser el papá que queremos ser o a sentirnos solos frente a algo tan impresionantemente grande como ser responsable (aunque sea en parte) de la vida y la crianza de otra persona, entre tantos otros miedos…

Afortunadamente, junto con los miedos, surgen los anhelos y posibilidades que esta nueva paternidad quiere explorar: En primero lugar, romper con la idea tradicional de la paternidad como un fenómeno privado e individual, lejos de querer encerrarnos y escondernos en nuestros hogares, preferimos pedir y recibir ayuda, y más que eso, criar en colectivo, incluso más allá de la pareja, con amigos y amigas, con familiares y vecinos/as que quieran generar vínculos comunitarios, que quieran compartir los placeres y las responsabilidades de ayudar nuestros/as niños y niñas a ser felices y apropiarse del mundo.

Esto supone un segundo anhelo muy importante, generar espacios de crianza y educación que no reproduzcan está injusta sociedad, sino más bien que la tensionen y la transformen. Buscamos criar y educar a nuestros hijos e hijas para la libertad o mejor dicho, para la conquista de ella, es decir, para que puedan tomar sus propias decisiones y rumbos, para que se puedan hacer cargo de sí mismos/as, de sus necesidades y problemas, para que rompan el individualismo y sean solidarios/as, autónomas/os y felices. Una crianza que se asume políticamente, es decir, que se piensa desde la realidad que nos tocó vivir pero que se proyecta en la realidad que queremos construir.

Una paternidad que se autogestiona, es decir se inventa así misma y choca con las estructuras y lógicas sociales vigentes, que desafía la tajante división social entre lo considerado masculino y lo considerado femenino, que cuestiona a la escuela como poseedora del monopolio de la educación, que valora las instancias de encuentro y diálogo con otras y otros, que se muestra y ejerce en lugares públicos, que se organiza con otros padres, madres e hijos/as en el barrio o la pobla, que juega a la pelota y las tacitas, que viste de morado, negro y arcoíris, que establece límites, reconoce errores y aprende constantemente de los hijos e hijas.

Esos son algunos de los miedos y anhelos que como padres sentimos y expresamos, seguramente con tropiezos y aciertos, se comienzan a traducir en formas concretas de trato y vínculos con nuestros hijos e hijas. Esa es la paternidad que estamos inventando… 






[1]° Sesión del ciclo de Talleres Palabra de Hombre 2014 sobre Paternidad y Crianza, convocado por el Kolectivo Poroto y desarrollado en dependencias del Liceo Confederación Suiza el sábado 21 de junio de 2014.

jueves, 26 de junio de 2014

Reporte de Taller: "Paternidades y Crianzas" desde la mirada de un varón porteño

Reporte, del verbo reportar. Retribuir, proporcionar, recompensar.


Llegaba tempranito a la capital... en unas horas sería la esperada re-unión... miraba los edificios y las calles, cada vez q voy a Santiago me da la impresión de que ambxs (las calles y los edificios) están un poquitito más grandes que la vez anterior... es como que los objetos de esa ciudad están en constante crecimiento, junto con la ciudad. 


Caminaba por Santiago entusiasmado, mis expectativas se reducían a las simples ganas de juntarme con hombres a compartir en libertad (socialmente hablando), y para eso se necesitaba mirarnos a los ojos, sonreírnos, tratarnos amablemente, con cariño. De este modo, mis expectativas se cumplieron al minuto que entré a la sala, y todo el resto fue un regalo. 


Yo dividiría la jornada en tres partes, aunque se mezclarán a lo largo de toda la mañana. 

La primera parte fue un encuentro, como lo es el encuentro de un grupo de niñxs desconocidxs (desconocidxs entre ellxs) en una plaza, donde se ponen a jugar sin presentarse, ni analizarse, ni cuestionarse. Tomamos globos de colores y jugamos... queríamos hacerlo, nadie se preguntó mucho por qué, pero queríamos hacerlo. Ahí compartimos experiencias espontáneas, risas, conversaciones y alegría. Esa instancia nos presentó como los seres sensibles y frágiles que somos, nos envolvió en un ambiente sin competencia, sin pretensiones... nos posicionó en el anhelado ambiente de libertad, en un espacio amable, pero claramente político. 

La segunda parte fue el compartir nuestras relaciones con nuestros padres. Teníamos historias muy distintas, algunos con padres presentes, otros con padres ausentes, pero un denominador en común: la distancia. La distancia se ha expresado de forma categórica entre nosotros, los varones. Ser muy afectuoso y cariñoso es símbolo de poca hombría y el ser homosexual se considera un insulto desde chiquitito en el liceo... la sociedad nos llena de miedos a cosas que no existen, planteando un estereotipo de macho al cual debiésemos seguir, el que contempla, entre otras cosas, opacar las emociones y mantener distancia entre nosotros mismos. De este modo varios recibieron la caja de herramientas desde muy temprana edad, pues serían los hombres de la casa y deberían cuidar y proteger a sus mujeres (aunque ese cuidar algunas veces no sea mas que reprimir). Así fue como nuestros padres ya habían recibido las cajas de herramientas (que simbólico regalo) de nuestros abuelos, ya habían sido tratados con distancia y ahora era nuestro turno, nuevas generaciones de machos preparados para jamás llorar ni reclamar amor. 

En la tercera parte compartimos nuestras emociones sobre nuestrxs hijxslxs que ya existen, lxs que queremos que vengan y lxs no queremos que vengan. La crianza es un trabajo social y colectivo, lo que además la transforma en una instancia política, pues lo cotidiano es político. 

Conversamos grandes traumas vivenciados, como la escuela y su carácter autoritario, donde cualquier gesto de libertad es reprimido; conversamos sobre la tortura del parto y los tratos inhumanos que reciben nuestras compañeras, madres y hermanas junto a nuestrxs niñxs (donde además somos excluidos). 

Conversamos además sobre la distancia que no queremos tener. No tenemos muy claro como criar a nuestrxs hijxs, pero si sabemos que buscamos que se desenvuelvan en un ambiente donde el amor, la creatividad y las emociones dancen sin interrupciones en sus cabezas y las nuestras. De esta forma necesitamos des-aprender para al mismo tiempo aprender juntxs

Volví a mi región contento, no hay grandes calles, solo las mismas casitas de colores de hace 100 años atrás, que se derrumban y queman una y otra vez, pero que siguen ahí, entre tanto laberinto. Pensé entre la diferencia de ser hombre en Santiago o en Valparaíso... pensé como sería un hombre chilote... pensé en un hombre boliviano, pensé en un hombre negro… pensé en un hombre heterosexual, en uno gay y en uno bisexual. Pensé en un rusiopensé en un indio. Pensé que nos une y que nos distancia. Pensé que las distancias se acortan con sonrisas, con compartir un tecito caliente en la mañana. Pensé que juntxs la vida es mas fácil y me fui bailando pa la casa.



Poncho Con Pancho
Valparaíso
25 de Junio, 2014


martes, 24 de junio de 2014

De la participación en el Foro “El Género como construcción social: 4 perspectivas” Organizado por el/la Colectivx Conciencia Orgásmica de Talca


Todo comienza con un lluviosísimo día en Concepción, navegación hasta el terminal de buses, compra de pasajes hacia Talca, y dormir 2 horas de las 3 horas y media que dura el viaje. Por suerte llevaba un buen libro de compañero. Había preparado e impreso un documento, compartido con el Koleto y al cual Deva agregó importantes fragmentos, pero la verdad fue escrito de forma casi natural, por lo que no tuve la necesidad de “estudiarlo”. El bus demoró media hora más de lo ofertado, por lo que al llegar al terminal ya estaba con media hora de retraso. Me comunico telefónica y encuentro con Sofía, quien estaba esperándome junto a otra compañera, compramos desde ya los pasajes de vuelta y partimos hacia la Universidad Autónoma de Talca, sede del Foro. Yo no conocía Talca, por lo que aproveché de bombardearlas con preguntas respecto a la ciudad y lo que estaba aconteciendo en la misma (muerta-fome-chica-todos se van-no hay mucho son las primeras respuestas; todo funciona con autogestión-nos conocemos con harta gente-estamos motivadas haciendo cosas son las que emergen un poco después).

Llegamos con retraso, la actividad estaba fijada para las 16:30 y eran las 17:30 casi, me presentan con Kary –otra expositora, de la organización de transgéneras de Talca-, y directo al escenario. El auditorio está prácticamente lleno, de 100 butacas deben haber ocupadas unas 80, un público mixto –ligera mayoría femenina-, joven, universitario. Me informan que me toca exponer tercero, después de Kary y ¿Loreto? –publicista con perspectiva de género-, y antes de Macarena –psicóloga, Magíster en estudios de género y cultura y doctora-en-algo-de-alguna-Universidad-europea, lesbiana-. Expone Kary sobre la organización de la que forma parte, dando cuenta de la situación experimentada por las transgéneras en Talca, de la que resalto la siguiente frase por sobre todo “nosotras no nacimos en un cuerpo equivocado, nacimos en una sociedad equivocada”

A ¿Loreto? le falla el pendrive, por lo que me piden a mí que exponga segundo. Como no tenía ningún powerpoint preparado, no tengo ningún problema en hablar al tiro. Mi exposición se basó entonces en mi relato, siempre en primera persona e intentando lo más posible recoger la postura que, como colectivo, entiendo compartimos respecto al género: que este se construye, que nos forma y que nos restringe, pero que no es estático, que se puede cuestionar, deconstruir y transformar, y que la apuesta del Kolectivo Poroto es justamente esa: hombres por otros vínculos, hombres todavía, que reconocemos que pertenecemos a un género, que ese género está presente en nosotros, que sabemos lo tóxico que resulta el Modelo Masculino Hegemónico Patriarcal para nosotros los varones pero aún más para lxs niñxs, viejxs y en especial para las mujeres, y que la apuesta política es por transformarlo. Intento dar cuenta de el doble movimiento del coleto: hacia dentro, como espacio de confianza y construcción de relaciones entre varones distintas, y hacia fuera, como espacio de incidencia política. Cuento un poco del encuentro internacional, de los talleres Palabra de Hombre (olvido los análisis de coyuntura). Relato mi relación particular como integrante del Poroto, y relato también mi propia historia de cuestionamientos, de tropiezos, de avances, de machismos que se mantienen y de sospecha permanente para conmigo mismo. Lo difícil que es para nosotros, y lo extraño que es para otros y otras, el cuestionar un orden que nos coloca –como varones, mayoritariamente heterosexuales- en el sitial de poder social. Lo fácil que es aprovecharse del “dividendo patriarcal”. Manifiesto que no me siento feminista, porque me parece que el feminismo es parte de la historia del movimiento de mujeres y no me parece justo apropiármelo. Manifiesto que a los varones organizados nos falta para conformar un “movimiento” como el que sí existe en el caso de las mujeres, no tenemos la misma historia –aunque nos nutrimos de muchísimos avances y luchas del feminismo-, no tenemos la misma fuerza en términos de cantidad, estamos luchando por recién movilizar el cuestionamiento a un nivel un poco más generalizado. La lucha es día a día y a cada momento, porque el machismo lo tenemos interiorizado y naturalizado

Siento que salió bien porque lxs asistentes se rieron varias veces, me escucharon atentamente, nadie se fue durante lo que hablé, así que espero no haberlos aburrido y se haya entendido el mensaje. Después expone ¿Loreto?, nos muestra una serie de imágenes –publicitarias y propagandísticas- con marcado contenido sexista, en donde se (re)producen las brutales diferencias de género que forman parte de nuestra querida sociedad. Finalmente expone Macarena, cuestionando –desde Judith Butler, pero como nos cuenta ella, desde otrxs autorxs incluso anteriores- el concepto mismo de Género y destacando el carácter performático del mismo. Al final hay una ronda de preguntas. A mí se me pregunta –un hombre- específicamente por la incidencia política del colectivo: la idea es sacar las reflexiones “de adentro” hacia afuera, explico un poco los talleres Palabra de Hombre (partir con el cuerpo, dislocando la relación que coloca a los hombres como seres racionales, por ejemplo), explico ahora sí los análisis de coyuntura, me voy por las ramas y llego a los cuestionamientos que hay de participar, por ejemplo, de la marcha del 8 de marzo como colectivo, y de lo adecuado o no que es “darnos a conocer” en momentos como ese. La siguiente pregunta que se me hace –otro varón- se transforma en un comentario de lo importante que sería trasladar estas luchas también al área de nuestros trabajos, a lo que ¿contesto? que me parece muy bien y que yo trato de hacerlo, y más allá de los trabajos es una lucha que se tiene que dar diariamente, en todo momento y con toda otra persona. Son las 19:30 ya, y tengo bus a las 20:20. Me paro, coloco la parka y el gorro de polar, escucho otra pregunta a Macarena y su posterior respuesta. Interrumpo y me despido, tanto de las organizadoras como de lxs asistentes. Me como un par de galletas con las chicas que afuera están preparando el “cóctel”, me dicen que ojalá se pueda organizar un Palabra de Hombre en Talca porque ellas ven que hay varones interesados “en el cuento”, me van a dejar a la micro y me voy conversando hasta el terminal con una de las asistentes al Foro, que me comenta que le encantó y que no cachaba casi nada de lo que se habló ahí y que ojalá se hicieran más cosas como esas. Llego a las 20:10, pregunto por mi bus, muy amable la vendedora de Tur Bus me informa que éste viene con 1 hora y media de retraso, así que salgo del terminal a caminar un poco por Talca, aprovecho de encender un cigarrillo que me llevé preparado desde Conce, vuelvo al terminal y leo hasta que llega el bendito-maldito bus. Duermo hasta Concepción y despierto a mi padre para que me vaya a buscar –en provincia no tenemos transporte público a la 1 de la mañana-. Llego a mi casa y me acuesto re-contento.

Inti Fuica Rebolledo


Concepción

lunes, 23 de junio de 2014

Notas de un poroto hallado sobre Paternidades y Crianzas.

Hallado, del verbo hallar. Estar presente, encontrase.

Kolectivo Poroto
Ciclo "Palabra de Hombre"
Taller sobre Paternidades y Crianzas

Sábado 21 de Junio, 2014 - Santiago


Sábado por la mañana camino por diez de julio, barrio clásico de venta de repuestos y arreglos de vehículos, lugar de predominio masculino, hoy es el último día de trabajo por estos lares. Voy acercándome ya al aguerrido y combativo liceo A-13 Confederación Suiza, lugar donde en el patio hacen arreglos, hay ruido de taladro y/o sierras eléctricas. Entro al liceo, llego a una sala donde se realiza el taller de este sábado: “Paternidades y Crianzas”, encuentro voluntario entre  hombres, que quieren, que se atreven a reflexionar y a compartir. En círculo, sentados en sillas, nos presentamos y manifestamos nuestro interés por el taller, comienza dinámico con la invitación a tomar del centro un globo, jugar con el objeto,  personalizarlo,  animarlo, a hacerlo de uno, a presentarlo a otro compañero y a conservarlo durante el taller, es este momento en donde entramos en cuerpo y alma jugando: al encuentro. Se nos invita a dividirnos por grupo asociándonos en relación a nuestros globos, color tamaño o carácter dado; se nos invita a compartir en el grupo nuestras vivencias, como hijo.

Hay café, té, galletas, pie de limón, el ambiente es cálido, acogedor, distinto de la calle, del ruido de sierras, de los hombres trabajando, que no paran. Fluye como el agua la conversa  acerca de nuestras vidas como hijos,  es claro, identificamos la presencia con distancia, ese común denominador  nos da la confianza para entregarnos con pasión a mostrar al otro nuestra vivencia,  en una sala donde de lunes a viernes es sólo el profesor el que habla y todos están sentados mirando hacia el pizarrón. Con ayuda de  los globos, lanzándolo, abrazándolo, mirándolo de lejos, diciendo la palabra distancia; así de esa forma decidimos comunicar al otro grupo lo concluido.

Al llegar a donde está el otro grupo me doy cuenta que participan en el dos padres con sus bebes de un año y medio y dos años aproximadamente, el encuentro de hombres toma un tono de ternura, de frescura, de paternidad  practicante, esperanza de nueva generación de ser padre, de ser hijo , los globos siguen siendo un recurso de juego; ahora con  los bebes se torna distinta la conversa, la dinámica cambia, quieren caminar, jugar con el otro interactuar, soltamos los globos,  los compartimos con ellos. En un momento por no interrumpir el círculo, un padre solo con él bebe en un brazo, toma con la otra mano una mesa que está  patas pa´ arriba sobre la otra, la baja y prepara el lugar para la muda, pidiendo permiso mientras la conversa continua. Uno de los bebes con una palita de juguete quiere pegarle a un adulto este le responde “pegándole en modo juego también” todos reímos, nos integramos a ellos, ellos a nosotros.

Se habló con confianza, se declararon miedos y orgullos en la crianza, se relataron vivencias en torno al parto de su propio hijo, se plantearon deseos de educar distinto a lo formal, se manifestaba la opción de paternidad, de diversidad en la manera de abordarlo con pareja o solo.El taller nos dio la oportunidad en un ambiente acogedor, liberar penas y alegrías frente a nuestros pares, de nuestros recuerdos como hijo, de la vivencias como padres y no padres . Se detectaron problemas, se visualizaron soluciones, se generó fe y satisfacción en lo realizado.

Volví por la calle diez de julio más liviano con más esperanza, con la sensación de un nuevo sol.
Lunes 23 de junio de 2014

Toño Ortega Calderón

lunes, 9 de junio de 2014

Taller "Palabra de Hombre" sobre Paternidades y Crianzas

                                                 CICLO 2014 "PALABRA DE HOMBRE" 
                                                    

El Kolectivo Poroto, Hombres por otros vínculos, somos una agrupación de hombres independiente de cualquier institución pública y privada, que nos convocamos desde nuestros intereses y deseos por aportar a la construcción de relaciones de género igualitarias y justas.

Queremos denunciar cómo el patriarcado goza de prestigio en nuestra sociedad, cómo se instala y re-acomoda en nuestras familias, trabajos, escuelas, relaciones de pareja, cuerpos, comunidades, entre otros espacios.

Mediante la reflexión y la acción, vamos construyendo alternativas al orden patriarcal y machista de nuestra sociedad, como resistencia transformadora y colectiva.

En esta ocasión el encuentro es sólo para varones “porque, a partir de las experiencias desplegadas y aprendidas en nuestros vínculos con compañeras feministas, vemos muy necesario contar con espacios de intimidad en que conversar y debatir estos asuntos a través de la homosocialización, cuestión relevante en procesos de concientización”.

Es por esto que les extendemos la invitación a participar y ayudarnos a convocar, recuerde que todas las actividades son exclusivas para varones a excepción la actividad de Acoso sexual que sera abierta, abrazos.
kolectivoporoto@gmail.com
www.kolectivoporoto.blogspot.com

viernes, 25 de abril de 2014

Palabra de Hombre: Reflexiones colectivas del primer taller (Patriarcado).

El pasado sábado 12 de abril, como Kolectivo Poroto inauguramos un nuevo ciclo de Talleres Palabra de Hombre para el 2014.  Nos encontramos 18 varones en la Universidad ARCIS, quienes activamente participamos de esta primera actividad en la cual reflexionamos a partir de nuestras vivencias en torno a la pregunta:
¿Qué hacemos los hombres contra las desigualdades de género?

Después de la presentación de los participantes, y animados por el juego del Tenis, se plantearon frases en las cuales tuvimos que ubicarnos de un lado u otro de una imaginaria red de tenis, según estuviésemos a favor o en contra de la afirmación que el animador nos invitaba a reflexionar.  Una de las frases era “Los hombres y las mujeres nos complementamos” y la otra era “Como hombre, yo sufro costos derivados de las relaciones de género”. Ello gatilló la conversación, discusión y posturas relacionadas con la equidad, los costes y los privilegios que tenemos como hombres. A partir de experiencias y reflexiones sobre nuestros aprendizajes y formas de socialización, en los diversos contextos cotidianos, se nos permiten y/o prohíben ciertos modos de crear y recrear nuestras masculinidades. La vida cotidiana, las relaciones de pareja, las opciones sexuales, la crianza como hijos o bien padres, etc., han sido parte de las conversaciones que nos movilizaron para profundizar sobre nuestros privilegios como hombres.
Constatamos lo complejo que nos resulta hablar de nuestras vivencias, como también la facilidad con la que nos es posible elaborar diagnósticos sobre las situaciones en que los varones reproducimos los mandatos patriarcales.
Animados por la primera actividad continuamos profundizando sobre nuestras vivencias, a partir de la técnicas del teatro foro y poniendo énfasis en las veces que hemos actuado de manera inequitativa, en que reproducimos la discriminación, el dominio como sometimiento de una otra o un otro, el heterocentrismo, el aprovechamiento, la exclusión, entre otras, pudimos dar cuenta de las situaciones en que reproducimos nuestros privilegios por el hecho de ser varones. Privilegios que sin cuestionamiento no nos permiten advertir posibilidades para cambiar las situaciones, preguntarnos sobre la experiencia de una otra u otro, como así también en la urgencia de entregar aportes que favorezcan la equidad entre personas.                 
Sin duda, esta primera actividad ha permitido a quienes participamos combinar las experiencias personales con propuestas de acciones político cotidianas, reconociendo desde la diversidad de participantes, las vivencias en común con otros hombres. Como así mismo, compartir compromisos que nos permitan hacer posible desafíos para transformar(nos) y así propiciar espacios en que la equidad con otras, con otros, con nuestra comunidad y con nuestro medio puedan hacerse posibles. 
Al finalizar, valoramos positivamente la experiencia: por el respeto compartido y generado por cada participante, por las reflexiones sobre la construcción de nuestras masculinidades y por los desafíos movilizadores plasmados en compromisos concretos de transformación personal, que hacen sentido a quienes de alguna u otra forma sentimos sensibilidad y responsabilidad con nosotros mismos, ante preguntas complejas e incómodas pero necesarias para construir acciones políticas y solidarias.    
Nos encontramos en el próximo Palabra de Hombre -Sábado 17 de Mayo,


"Acoso Sexual Callejero". Un abrazo fraterno, Kolectivo Poroto. 

domingo, 6 de abril de 2014

Del Piropo al Acoso Sexual Callejero: Reflexiones post-conversatorio con las compañeras feministas de la “Marcha Mundial de las Mujeres” (2012) y Taller "Palabra de Hombre" (2013).

Kolectivo Poroto. Militancia en Género-Masculinidades y Política.

Del año 2012 a la fecha, como Kolectivo Poroto - hombres por otros vínculos, hemos tenido la posibilidad de reflexionar en conjunto con nuestras aliadas feministas, sobre el piropo como una práctica de acoso sexual callejero. Dicho tránsito, ha implicado reconocer los privilegios masculinos en las relaciones sociales de género, junto con las alternativas que se podrían desarrollar en este escenario.

En nuestros contextos culturales, la práctica de “piropear” no es solamente una tradición criolla reflejada en galantería, sino es, si miramos con la perspectiva de género, una práctica que remite a una relación estructural de dominio y sometimiento del cuerpo femenino. Como Kolectivo Poroto consideramos pertinente relevarlo en el plano del Acoso Sexual Callejero, en la medida que reconoce una lógica patriarcal, que incluso resulta invisible para muchas y muchos, en el proceso de marcar un territorio simbólico de propiedad masculino-machista. Si bien el piropo  es planteado por algunos como un acto cultural propio de la sociedad chilena, y en este marco es muchas veces aceptado e incluso bien recibido por las “piropeadas”, la problemática central radica en la presunción de que, por el hecho de estar presente en la vía pública, el cuerpo femenino puede (y muchas veces debe) ser cosificado  por los sujetos masculinos, incurriendo en prácticas de Acoso, potenciadas especialmente cuando los varones nos movilizamos en grupos de hombres, relevándose también una competencia dentro del mismo género masculino por quien demuestra ser “más hombre”, “más choro”, “más lanzado”.

A partir de lo anterior, el Acoso Callejero de varones hacia mujeres, da cuenta de una jerarquía que pronuncia las asimetrías estereotipadas de un activo masculino y una pasiva femenina, que relacionada a los privilegios masculinos (en Modelo Hegemónico de Masculinidad Patriarcal –MHMP), legitima los cuerpos de mujeres como un territorio de dominio y sometimiento recurrente. El contenido sexoide del acoso hipergenitalizado, reduce a las mujeres a simples objetos y cuyas expresiones son, por ejemplo: seguimientos, manoseos en espacios públicos, saludos “cuneteados”, chistes, entre muchas otras. ¿Existe entonces un límite entre el Piropo y el Acoso Sexual Callejero? Como parte de las relaciones de género que se establecen diariamente en las calles de nuestro país, vemos que son, en la gran mayoría de los casos, los varones quienes se establecen como jueces y parte respecto de estos límites, estableciéndolos de acuerdo a cada situación, y generando relaciones asimétricas de poder que siempre colocan al género femenino como dominado ¿O acaso un varón solitario piropeará a un grupo de mujeres? Esta asimetría resulta ser reflejo de que en el espacio público los varones recrean y actualizan la norma patriarcal, que posibilita el acoso como un valor permitido para los hombres. Las expresiones de este dominio refuerzan los mandatos hegemónicos, los que al mismo tiempo pasan a ser una obligación entre semejantes masculinos.

A partir de lo anterior, cabe preguntarse, en tanto hombres, ¿Cómo Podemos poner en cuestión estas prácticas machistas? Ya que claramente no contribuyen al desarrollo de espacios  respetuosos entre hombres y mujeres ¿De qué manera podemos movilizarnos con el propósito de generar transformaciones, incluso desde las resistencias, y así, permitirnos un ejercicio cuestionador de los privilegios masculinos y posibilitar prácticas distintas-alternativas al MHMP? ¿Cómo podemos aprehender a valorar la belleza de otras y otros haciéndola un factor de cercanía y gratificación, más que de maltrato?








Fotos de la participación en la actividad, en el Parque Bustamente, de Observatorio Contra el Acoso Sexual Callejero- Chile Sábado 5 de abril 2014 

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viernes, 4 de abril de 2014

"El hijo sano del Patriarcado" de Malena Pichot


Siempre recuerdo el sospechoso suceso por el cual Alejandra Pradón terminó cayendo del séptimo piso de su departamento en medio de una poco esclarecida reunión con ciertos jugadores de fútbol. Lo recuerdo porque me llamó mucho la atención lo que por entonces se escuchaba mucho: “Bueno, Pradón, vos también! Te metés en un cuarto con jugadores...”. De la misma forma, ante la acusación de abuso por parte del intengrante de los Wachiturros a una menor de trece años, a quien habría manoseado en el interior de una combi, la pregunta generalizada era: “¿Qué hace una nena en una camioneta con hombres?¿Por qué se metió ahí?”. La primera condena entonces, la primera culpable siempre es la víctima Ella debería haber sabido dónde se estaba metiendo.


Esta reflexión sólo puede ser el resultado de una cultura que plantea al varón casi como un animal que ante la posibilidad de introducir su pene en algún lado, no tendría que cuestionarse absolutamente nada, porque una fuerza mayor, propia del varón, no lo deja razonar. Por esta  razón, la mujer debería estar al tanto de esta incapacidad del hombre y cuidarse un poco más. La prueba de que una buena parte de esta sociedad sostiene esta concepción del varón es simple: todos juzgamos ferozmente y condenamos a las prostitutas, las mujeres que cobran por sexo forman parte de un escalafón muy bajo en el imaginario social, en la hipócrita jerarquía moral de nuestro mundo; incluso las strippers en un boliche son condenadas bajo la misma moralina, ¿Pero cuánto se juzga a los hombres que las consumen? Nada. No solo no se los juzga, muy por el contrario, se los premia. Ser “putañero” es ser un campeón. “Buenos Muchachos” el programa que puede verse en C5N es sin lugar a dudas la representación arquetípica más perfecta del macho argentino, y tan perfecto es este programa para ejemplificar lo que es una cultura que hasta uno de sus conductores, el adorable y carismático Bambino Veira , fue condenado por abusar de un menor.


Articulo completo aqui

jueves, 3 de abril de 2014

Palabra de Hombre, Ciclo de Taller 1er semestre 2014.


Kolectivo Poroto, Hombres por otros vínculos...
somos una agrupación de hombres independiente de cualquier institución pública y privada, que nos convocamos desde nuestros intereses y deseos por aportar a la construcción de relaciones de género igualitarias y justas.

Queremos denunciar cómo el patriarcado goza de prestigio en nuestra sociedad, cómo se instala y re-acomoda en nuestras familias, trabajos, escuelas, relaciones de pareja, cuerpos, comunidades, entre otros espacios.

Mediante la reflexión y la acción, vamos construyendo alternativas al orden patriarcal y machista de nuestra sociedad, como resistencia transformadora y colectiva.

En esta ocasión el encuentro es sólo para varones “porque, a partir de las experiencias desplegadas y aprendidas en nuestros vínculos con compañeras feministas, vemos muy necesario contar con espacios de intimidad en que conversar y debatir estos asuntos a través de la homosocialización, cuestión relevante en procesos de concientización”.

Es por esto que les extendemos la invitación a participar y ayudarnos a convocar, recuerde que todas las actividades son exclusivas para varones a excepción la actividad de Acoso sexual que sera abierta, abrazos.


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